La mezcla mexicana de exportación alcanzó su mayor precio en dos semanas, cerrando la jornada del miércoles con un incremento de 0.66% para ubicarse en 73.29 dólares por barril. Este repunte se da en medio de un contexto internacional favorable, impulsado por positivas cifras económicas desde Estados Unidos y una perspectiva optimista sobre la demanda mundial de petróleo.
En los mercados globales, los precios del crudo se beneficiaron de las expectativas de un ajuste anticipado en las tasas de interés de Estados Unidos, gracias a una inflación anual que se moderó más de lo previsto en mayo, situándose en 3.3% frente al 3.4% de abril. Este alivio inflacionario ofrece un respiro a la Reserva Federal para considerar una reducción de sus elevadas tasas de interés en el transcurso del año.
Además, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantuvo su pronóstico de un crecimiento robusto en la demanda mundial de crudo para 2024, a pesar de un uso menor al esperado en el primer trimestre del año. La Administración de Información de Energía de Estados Unidos también revisó al alza su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024, aumentando su estimación a 1.10 millones de barriles por día desde los 900,000 barriles diarios previstos anteriormente.
A pesar de que los precios del petróleo han enfrentado una fuerte presión bajista en las últimas semanas, el reciente incremento refleja un ajuste en las expectativas del mercado, enfocándose en los fundamentos de oferta y demanda. Cabe recordar que, en el primer trimestre de 2024, el crudo Brent alcanzó los 90 dólares por barril, su valor más alto en cinco meses.
En los mercados internacionales, el crudo Brent para entrega en agosto cerró en 82.60 dólares por barril, un aumento de 0.83%, mientras que el crudo WTI para julio subió 0.77% para cerrar en 78.50 dólares por barril. Ambos referenciales registraron su mayor precio desde el 30 de mayo.
Analistas de Goldman Sachs han ajustado recientemente el techo del precio del crudo Brent a 90 dólares por barril, mientras que expertos independientes estiman que los precios del petróleo podrían oscilar alrededor de los 80 dólares en el corto plazo.
La tendencia alcista de la mezcla mexicana y otros crudos de referencia subraya la importancia de seguir de cerca las dinámicas económicas globales y las decisiones de política monetaria que impactan directamente en el mercado energético.